Diecisiete de noviembre

Es diecisiete de noviembre,

aunque este día ya no sea el de antes,
y la poesía ya no pueda dormir en su recuerdo.

Quería escribir de camareras,
hostales, orgasmos y poca poesía.
Quería escribir del amor verdadero y su fracaso,
de él y de mi, de ellos y nosotros.
Quería sentir que existió
sin ver lo que existe ahora
Quería escribir a su salud
sin inspirarme en mi felicidad

Y la poesía me abrío los ojos,
y hoy solo me deja versos
con sabor a Burguer King,
con tinta de ojos azules
y tierra de nuevos caminos.

Hoy no es diecisiete, ni noviembre,
hoy es de El Príncipe y princesas,
un sí escondido y un no que se aleja,
una fuerza que atrae
y una soledad que se queja
de lo asiduo de tu nombre
en mi cabeza…
Hoy la poesía se recrea,
se hace rogar
pero se deja.

Hoy la poesía se cambia de sexo,
me revienta ideales,
me incita al nerviosismo,
me sorbe y me obsesiona,
me bebe y me ilusiona.

Hoy la poesía
no llevaba sus pantalones de color nostalgia,
iba en chándal
porque su sonrisa basta…
para que no sea diecisiete,
ni noviembre,
ni su cumpleaños.

Porque hoy tú, solo tú
eres felicidad,
hoy solo tú eres poesía.

(y quizás debería pedirle perdón a la poesía,
por quedarme corta en palabras…)